Una buena habilidad que podemos entrenar para mejorar cualquier relación interpersonal que tenemos en nuestra vida, es nuestra capacidad de discutir mejor.
Las discusiones, en sí, no son algo negativo en una relación, sino que son una oportunidad para entenderse, crear un punto en común, incluso ayudarse el uno al otro y seguir evolucionando juntos.
El problema con las discusiones es que discutimos mal. Las llevamos a un estado de conflicto que, muchas veces, saca lo peor de nosotros mismos y que acaba generando un momento de tensión bastante desagradable.
Existen muchas cosas que podríamos considerar para mejorar nuestra comunicación a la hora de discutir con alguien, pero hoy vengo a darte 3 normas básicas que creo que nunca deberían romperse en una discusión.
Si todos, a la hora de discutir, consiguiéramos cumplir con estas 3 normas, nos evitaríamos muchos momentos desagradables y estaríamos aprendiendo a darle a las discusiones un lugar más neutral y saludable en nuestras relaciones.
Estas tres normas no siempre son fáciles de aplicar. Cuando estamos en un momento que remueve y activa directamente la parte emocional, como es una discusión, esperar que nuestro cerebro pueda utilizar fácilmente nuestra parte más lógica y racional tiene un punto de contradictorio, a nivel fisiológico, pero eso no significa que esto no sea una habilidad que puede entrenarse.
Cuanto más fortalecidos tengamos estos tres recorridos a la hora de discutir, más fácil nos va a ser recurrir a ellos cada vez que estemos en una discusión.
¡Nos vemos en el próximo episodio!
Nora.
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