Tener un diálogo interno negativo puede repercutir día a día (y casi sin darnos cuenta) a cosas como nuestra autoestima, nuestra seguridad en nosotros mismos, nuestro estado de ánimo diario, y, por tanto, nuestro bienestar.
Por desgracia, este puede ser un hábito bastante común y bastante instaurado desde hace años entre nuestra colección de hábitos más automatizados, y es que, pocas veces prestamos la atención suficiente a cómo es esta vocecita interna que nos acompaña día a día, y mucho menos solemos trabajar para cambiarla, porque nos acostumbramos a que esté ahí de esa manera (aunque eso no quita que nos afecte a todos estos temas que hemos comentado al principio).
Intentar corregir y cambiar este hábito, muchas veces puede resultar un reto, precisamente por esa automatización que conlleva, que hace que se dispare sin que muchas veces nos demos cuenta.
Así que hoy te traigo un paso a paso que puedes aplicar para trabajar en este cambio, acompañado de una ficha descargable, para que puedas trabajarlo de forma más práctica.
Vamos a por él:
Verás como, si lo trabajas, llegará un día en el que te darás cuenta de que tu diálogo ya no es tan negativo y empiezan a cobrar protagonismo unas dinámicas más positivas entre tus pensamientos.
Tienes todo mi apoyo para trabajarlo, y, por si te anima saberlo, yo también estoy activamente trabajando en ello a menudo (y es que todos tenemos cosas en nuestro diálogo interno que pueden mejorar). Así que, a por ello, ¡todos los de la comunidad de Objetivos comunes, estamos contigo! 🙌🏻
¡Nos vemos en el próximo episodio!
Nora.
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