Hay momentos y rachas en nuestro día a día en las que necesitamos bajar el ritmo normal de las cosas.
El nivel ideal en el que nos gustaría mantener los diferentes hábitos de nuestro día a día se hace bola y nos es mucho más fácil seguir en marcha si bajamos revoluciones.
Frenar en seco, probablemente, no nos haga sentir demasiado bien, porque sentiremos que estamos dejando de lado cosas que son importantes para nosotros, así que, una alternativa es aprender a bajar el ritmo cuando es necesario.
Establecer un nivel mínimo en el que podamos seguir manteniendo la rueda y la inercia de nuestros hábitos en movimiento, a pesar de que no vayamos a tanta velocidad como nos gustaría.
Espero que te sirva muchísimo.
¡Nos vemos en el próximo episodio!
Nora.

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