Querer ser más disciplinado suele ser un objetivos común.
Cierto es que la disciplina puede entenderse y vivirse de muchas maneras, y yo soy partidaria de entenderla desde un punto de vista en el que pueda ser algo positivo para nosotros, pasando por convertirla en una herramienta que sea agradable de trabajar y no en algo que tiene más que ver con un autocastigo o con ponernos duros con nosotros mismos.
La disciplina puede ser una muy buena aliada si la trabajamos desde la motivación, el compromiso con nosotros mismos y un toque de juego o disfrute.
Hoy quiero compartir contigo 3 ejercicios prácticos para que puedas trabajar y fortalecer tu disciplina en el día a día, sin necesidad de pasarlo mal en el proceso ✨
Con estos tres ejercicios, podrás trabajar en mejorar tu disciplina de forma activa y agradable. Ya sabes que el disfrute es nuestro ingrediente secreto para lograr aquello que nos proponemos. Así que no dejemos de incluirlo en algo que es tan necesario en nuestra vida, como una buena dosis de disciplina.
¡Nos vemos en el próximo episodio!
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