Una de las normas básicas que te ayudará a que tu casa (o cualquier espacio en el que pases tiempo) se mantenga ordenada, es conseguir que cada cosa tenga su lugar.
Esto, no solo hará que, cuando todo esté en su sitio, el entorno quede despejado y ordenado, sino que te ayudará a encontrar muy fácilmente lo que busques en cada momento, y a poder mantener ese hábito de orden sin que eso te genere mucho esfuerzo.
Eso sí. Llegar a aplicar este ejercicio requiere, muchas veces, hacer un trabajo previo de atribuir qué lugar vamos a darle a cada cosa que guardamos en casa.
Y esto, que puede parecer una tarea sencilla de, simplemente, guardar las cosas en armarios, estanterías o cajones, muchas veces genera bloqueo o no se acaba haciendo, porque requiere hacer un ejercicio previo de limpieza, por perfeccionismo o porque nos sentimos abrumados.
En el episodio de hoy, te comparto algunos trucos para poner en práctica este ejercicio y conseguir transformarlo en un hábito que puedas mantener en tu vida.
Te aseguro que eso puede marcar la diferencia en la construcción de tus hábitos posteriores para mantener el orden en tu día a día.
¡Nos vemos en el próximo episodio!
Nora.
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