Tenemos tendencia a crear listas de tareas interminables y en las que cabe todo.
Eso hace que nuestra lista de tareas pendientes se convierta en un lugar en el que evitamos sumergirnos, porque nos abruma y nos agobia en el momento en el que le echamos un ojo, y eso hace que acabe siendo una herramienta en la que no nos apoyamos y que pierde su practicidad y utilidad.
Te dejo con esta sugerencia y reflexión para organizarte mejor y (pruébalo) bajar el nivel de estrés que pueda provocarte tu lista de tareas pendientes.
¡Nos vemos en el próximo episodio!
Nora.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.